Con el adorable personaje del Rey Mono, Viaje al Oeste es probablemente la novela más popular de todos los tiempos en Oriente. Persiste a través de los siglos no sólo por las aventuras de sus divertidos personajes, sino también por su significado más profundo que implica una búsqueda espiritual personal.
La novela, uno de los Cuatro Clásicos de la literatura china, fue escrita en el siglo XVI, durante la Dinastía Ming. Ofrece una perspectiva general sobre el budismo, el daoísmo y las creencias tradicionales chinas.
La historia comienza en el siglo VII, durante la gran Dinastía Tang. El emperador elige a un joven monje budista para emprender un peligroso peregrinaje hacia el Oeste en busca de las verdaderas escrituras.
Y realmente hubo un monje así en la historia. Su nombre era Xuan Zang y realizó la peligrosa caminata en el año 627 de nuestra era. Le tomó 17 años completar el viaje, el cual realizó principalmente a pie, desde China a través de las montañas a lo que hoy es India, y volver. El viaje fue un rotundo éxito: llevó más de 1.300 rollos sagrados y pasó el resto de su vida traduciéndolos, cambiando así para siempre el aspecto del budismo en China.
En la novela Viaje al Oeste, el viaje del monje está lleno de peligros. Monstruos que quieren comérselo se esconden en cada rincón. Tiene que cruzar embravecidos ríos y escapar de astutos demonios que intentan seducirlo. Para completar su misión, el monje necesitará la protección de tres impensados discípulos: Zhu Bajie, Sha y el más poderoso de todos: el mágico Rey Mono.
Más que un simple entretenimiento, Viaje al Oeste es también una metáfora para la cultivación espiritual. El Mono puede interpretarse como una representación de la “mente de mono”, una mente de pensamientos rebeldes que necesitan ser controlados. Pero a pesar de las deficiencias de los discípulos, a cada uno se le ofrece el perdón y la redención. Y las dificultades que enfrentan –desde superar el miedo a resistir la tentación– representan las pruebas y tribulaciones que hay que superar en un viaje espiritual.
Yendo más profundo, cada uno de los personajes principales estaba originalmente en el Cielo, viviendo como un ser divino rodeado de otras deidades. Pero debido a su mal comportamiento, fueron desterrados a la Tierra. La única oportunidad de regresar a sus verdaderos hogares en los Cielos es cultivar sus mentes y purificar sus corazones en la Tierra.
Al presentar estas tradiciones, la historia del Rey Mono nos inspira a reflexionar acerca de nuestro origen y nuestro propio viaje de regreso a casa.